Hace poco tiempo circuló en Internet la siguiente cadena. A mí se me borró accidentalmente. Posteriormente, la publicó “El Ciudadano” en la sección “Cartas al Ciudadano”. Yo se las presento, se las comparto, para que la repliquen una y mil veces a todos sus contactos; sobre todo en este año en que habrá elecciones y las maravillas aquellas que se instalaron en el Parlamento (diputados y senadores) comiencen su campaña demagógica de siempre para ser reelectos; también para que no vote por aquellos discípulos del oportunismo que habrán de postularse por primera vez.
Busque usted, así como yo, la posibilidad de levantar o de apoyar nuevos referentes, surgidos de nosotros mismos. En el futuro, creo, se hará necesario presionar porque las reglas del juego cambien, o sea, hay baile para rato.
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¿QUÉ ES GROSERÍA?
Grosería es que el salario mínimo de un trabajador sea menos de 200 mil pesos y el de un diputado de 8 millones, pudiendo llegar con viáticos y otras prebendas a 11 millones 500 mil pesos mensuales.
Grosería es que un catedrático de universidad o un cirujano de la salud pública ganen menos que el concejal de la comuna de tercera.
Grosería es que los políticos se suban sus retribuciones en el porcentaje que les apetezca (siempre por unanimidad, por supuesto, y al inicio de la legislatura).
Grosería es comparar la jubilación de un diputado con la de una viuda o la de un jubilado.
Grosería es que un ciudadano tenga que trabajar 45 años para percibir una jubilación y a los diputados les baste sólo con dos períodos según al caso y que los miembros del Gobierno para cobrar la pensión máxima sólo necesiten jurar el cargo.
Grosería es que los diputados sean los únicos trabajadores (¿?) de este país que están exentos de tributar un tercio de su sueldo.
Grosería es colocar en la administración a miles de asesores (léase amigotes con sueldo) que ya desearían los técnicos más calificados.
Grosería es el ingente dinero destinado a sostener a los partidos aprobados por los mismos políticos que viven de ellos.
Grosería es que a un político no se le exija superar una mínima prueba de capacidad para ejercer su cargo (y no digamos intelectual o cultural).
Grosería es el costo que representa para los ciudadanos, sus comidas, coches oficiales, chóferes, viajes (siempre en gran clase) bencina y tarjetas de crédito por doquier.
Grosería es que sus señorías tengan casi cinco meses de vacaciones al año.
Grosería es que sus señorías cesan en el cargo tengan un colchón del 180% del sueldo.
Grosería es que ex ministros, ex secretarios de Estado y altos cargos de la política, cuando cesan, son los únicos ciudadanos de este país que pueden legalmente percibir dos salarios del erario público.
Grosería es que se utilice a los medios de comunicación para transmitir a la sociedad que los funcionarios sólo representan un costo para el bolsillo de los ciudadanos…
Grosería es que nos oculten sus privilegios mientras vuelven a la sociedad contra quienes de verdad les sirven. Mientras, ¿hablan de política social y derechos sociales?
¡Qué grosería!
Esta debería ser una de esas cadenas que no se rompan porque sólo nosotros podemos ponerle remedio a esto.
Sería además grosero, indecente que no lo reenvíes…
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Si alguien advierte un error en el escrito de esta cadena – que no me pertenece – solicito me lo haga saber, para de ese modo hacer la corrección correspondiente.
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