viernes, 29 de junio de 2012

NOTICIAS DESDE OLCA

OLCA es el Observatorio Latinoamericano de Asuntos Ambientales han hecho llegar lo resuelto en la Cumbre Río+20. Infórmese...

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Estimados y estimadas:

Les escribimos para contarles noticias sobre la Cumbre de Río+20 y ver 
si entre todos sacamos un comunicado conjunto de las organizaciones y comunidades que participamos en el proceso crítico-formativo hacia Río+20.

La Cumbre Río+20 terminó como se sabía, apostando al extractivismo, profundizando el modelo de la mercantilización de la naturaleza y con 80 mil personas en las calles defendiendo el derecho al agua y la vida que los gobernantes relegaron a meras fórmulas discursivas. De hecho, Piñera, tuvo que corregirse, porque el inconsciente le hizo hablar de ministerio de desarr… para referirse al de medio ambiente.

La reunión de 193 estados realizada en Brasil y convocada por la ONU trajo consigo un documento final vaciado de contenido para lograr acuerdos. El secretario de Medio Ambiente de México, Juan Rafael Elvira Quesada, dijo que el texto "es un conjunto de declaraciones 'aspiracionales' y no tiene esperanzas de que los presidentes lo modifiquen", mientras que representantes de la sociedad civil invitados a participar en los debates manifestaron "honda decepción" y advirtieron que "El Futuro que Queremos"
(texto adjunto a este correo por si quieren revisarlo), título de la declaración, "no está en el documento".

Sin embargo, al menos en esta ocasión sí quedó claro que la disputa de fondo es política, ideológica y no solo medio ambiental. Hay acuerdo evidentemente en que hay que cuidar el planeta, el problema es si se continúa confiándole al mercado esta tarea bajo el supuesto de que aquello que no tiene precio no tiene valor y por lo tanto no tiene incentivo para su cuidado; o se comienza a escuchar la intuición y la experiencia comunitaria que ha sido el eje de las discusiones en las plenarias de la Cumbre de los Pueblos, que sostiene que justamente por su valor, la vida no tiene precio, es decir que para garantizar el cuidado es imperioso que se desmercantilice.

De hecho, el discurso del presidente de Chile fue emblemático en torno a esta disyuntiva, dio cuenta de un país adscrito ciento por ciento a los mecanismos de mercado y que en calidad de tal pretendía dar lecciones al resto de la región, pecaminizando las apuestas que calificó de “proteccionistas” para aquellas naciones que están comenzando a retomar el control de los bienes comunes. Sin duda esto reafirmó el rol de punta de lanza del neoliberalismo de Chile en América Latina, sin considerar la
demanda creciente de las y los chilenos de dejar de conceptualizar al lucro como el motor de la vida social.

Mientras Chile oficiaba de buen alumno en la implementación del extractivismo salvaje que mantiene a más de un tercio de las comunas del país con crisis hídrica y emergencia agrícola; el presidente de Bolivia, Evo Morales, calificaba el concepto de "economía verde" como "un colonialismo de la naturaleza que mercantiliza las fuentes naturales de la vida"; y su homólogo ecuatoriano, Rafael Correa, establecía que si el 
texto final no tenía cosas concretas, vinculantes, era poco el avance.

El mandatario Uruguayo dio un golpe a la cátedra con un discurso que empieza a circular por internet, que da cuenta de la inviabilidad del pretendido desarrollo y reposiciona la cuestión de la felicidad humana al centro de la discusión política.

Mientras Piñera pedía que los desafíos del agua y la energía no se 
transformaran en barreras o frenos al desarrollo, los pueblos indígenas planteaban expresamente declarar la intangibilidad de los glaciares, las cuencas hídricas, los páramos y las zonas de alta biodiversidad, para que se prohíban en todos ellos las actividades extractivas, reclamando que el texto final de la Cumbre no dice nada respecto a la indispensable
protección de las fuentes hídricas, porque sigue considerando al agua como un recurso o un servicio, no como un ser vivo ni como un derecho universal.

Es por esto que nos parece muy relevante poder emitir todas y todos juntos una declaración pública al respecto, proponemos la siguiente. Los y las que adhieran les agradecería mandarme el nombre de su organización.
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*Declaración de las organizaciones y comunidad de Chile que participaron en el proceso crítico-formativo hacia Río+20.*

En Chile, el proceso que lideró el gobierno de inclusión de la sociedad civil a la Cumbre de Naciones Unidas sobre Medioambiente se vivió, al igual que la cumbre misma, sin la participación de los que sufrimos el “Futuro que Ellos Quieren”. La posición país de Chile, para la Cumbre, fue construida por el gobierno sin realizar un proceso participativo y que solo representan los intereses de las mismas empresas que pretenden perpetuar el extractivismo y el crecimiento infinito en un planeta finito, y que no tienen problema
alguno con suscribir la economía verde, enmascarando una nueva forma de depredación y despojo de los bienes comunes.

Sin embargo, previo a la Cumbre, muchas organizaciones socioambientales, de trabajadores, estudiantiles, mapuche, ONG, nos reunimos para autoformarnos, discutir y tener una postura crítica sobre lo que acontecería en Río+ 20. Bajo la consigna: Ellos en la Cumbre… no sigamos aguantando!, más de 100 organizaciones del norte, centro y sur de Chile, impactadas por los acuerdos de la cumbre de Rio 92, logramos encontrarnos y afianzar nuestra lucha por la irrenunciable justicia ambiental y la defensa de los bienes
comunes.

Frente al documento final de la Cumbre Río +20, declaramos:

1.   El problema no es el crecimiento demográfico ni la pobreza, el problema es la concentración de la riqueza, la injusta distribución y el sobre consumo de países y sectores pudientes, es decir, el modelo de desarrollo que nos han impuesto como si fuera el único posible.

2.   El neoliberalismo arrebata las otras formas de desarrollo, opera desplazando y socavando el saber y la vida de las comunidades ancestrales, el saber y la vida de las comunidades rurales, las tradiciones, la cultura, los modos autodeterminados de sobrevivencia de los pueblos. De esta forma buscan aniquilar todas las alternativas con su cultura de muerte, pero somos millones quienes apostamos por la vida y nos negamos a seguir siendo maltratados para maximizar las tasas de ganancia de unos pocos.

3.  Las falsas soluciones acordadas en Río + 20, como la economía verde, la mega minería, las represas hidroeléctricas, la extracción de combustibles fósiles, la privatización del agua, de la tierra y de energía, la incineración y los rellenos sanitarios, los monocultivos y los plaguicidas; no buscan resolver la crisis socioambiental planetaria, sino la crisis del capitalismo.

4.  Las propuestas y soluciones a la crisis planetaria están surgiendo, y seguirán surgiendo desde los pueblos, desde las reflexiones locales con perspectiva global, desde el despertar colectivo de esta pesadilla del miedo, el control y la dependencia que el capitalismo quiere perpetuar, pero que no dejaremos de resistirnos y de luchar con todas nuestras fuerzas para que los vienen después de nosotras y nosotros, puedan vivir  en otro mundo posible.

 5. Las negociaciones de la Cumbre oficial no lograron decantar en un documento que dejara satisfecho ni a los gobiernos participantes, en tanto es claro que los intereses que están detrás no son los de los ciudadanos que los eligen, sino los de las corporaciones que los financian. Rechazamos el documento final que lleva por título “El futuro que queremos”, ya que aunque resultó estar vaciado de contenido, considera a la minería, el monocultivo forestal, la producción energética a gran escala,  como actividades compatibles con el desarrollo sostenible, pese a las evidencias de que la escala extractiva actual y los métodos que la acompañan, solo han traído impactos negativos a las aguas, la vida y la cultura de los pueblos.

6. Finalmente, creemos que es lamentable que el presidente Sebastián Piñera haya intervenido en la Cumbre Oficial como un portavoz de “desarrollo sustentable”  y de la “economía verde”, constituyendo a nuestro país en un modelo a seguir, lo que da cuenta de que nada ha aprendido en sus años de gobierno del creciente descontento ciudadano, de la inviabilidad del modelo que pretenden profundizar en el territorio, y de que las y los chilenos queremos una política ambiental que no se confunda con un desarrollo irracional, sino con bienes comunes y justicia socioambiental.

Ver más en: www.olca.cl
 

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