miércoles, 20 de marzo de 2013

BUEN VIVIR


Buen Vivir
Es el sistema

Si “desarrollo” se trata de crear y crecer más, yo creo que lo que está mal es esta visión de crecimiento ilimitado. El planeta tiene límites y no se puede crecer más allá de ellos. Si todos quisiéramos vivir el estilo de vida norteamericano o europeo necesitaríamos ocho planetas Tierra, porque no existen recursos suficientes para que los siete mil millones de habitantes del planeta podamos consumir al nivel de estos países del norte. ¿Qué es lo que hay que cambiar? No se puede cambiar el planeta, lo que hay que cambiar es este modelo, esta visión de desarrollo que nos está llevando a la destrucción de nuestro hogar, de la Madre Tierra. Las posiciones de muchos gobiernos, lejos de apuntar a la real causa de la pobreza, promueven un discurso que, a título de un crecimiento que va a ser insostenible, quieren aplicar una serie de proyectos que más que resolver las necesidades de la población son, en muchos casos, fuentes de negocios para empresas.

Lo que ha fallado es un sistema, y ese sistema es el capitalista. Un sistema que busca la acumulación ilimitada, el desarrollo para unos cuantos a cuesta del resto, la sobreexplotación de los recursos naturales. Tenemos que ir hacia otro sistema que recupere en cierta medida prácticas de nuestros pueblos originarios pero también definiciones de la ciencia actual que nos está diciendo que el desarrollo tiene un límite, porque vivimos en un planeta finito y actualmente ya estamos consumiendo un tercio más de lo que el planeta es capaz de regenerar cada año. Los científicos calculan que para el año 2030 se necesitarían dos planetas Tierra si seguimos a este ritmo de desarrollo. Tenemos que replantearnos todo esto y de esto hablamos cuando planteamos el Buen Vivir: cómo logramos la satisfacción de las necesidades de todos, y no sólo de una parte de la población, buscando un régimen de equilibrio entre seres humanos y en armonía con la naturaleza.

Pablo Solón
Ex embajador de Bolivia ante Naciones Unidas

Fuente: Cara y señal Nº 15, junio 2012, Argentina.

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