martes, 13 de diciembre de 2011

MAPUCHE EN ARGENTINA


En El Ciudadano 113 (www.elciudadano.cl), correspondiente a la primera quincena de noviembre de 2011, aparece una carta titulada “Una democracia como la argentina”, y más al interior la noticia breve que dice que la actual presidenta fue reelegida con el 54% de los votos, el mayor respaldo ciudadano a un candidato desde la caída de la dictadura en 1983.

La carta al director indica que Bachelet, expresidenta de Chile, habría manifestado la debilidad institucional de la Argentina, la falta de una democracia robusta en ese país y la inestabilidad de la presidenta. El lector que envía la carta dice por su parte, que ya se quisiera Chile una democracia como aquella, una presidenta como Cristina en lugar de doña Michelle y no una institución como el binominalismo.

Por mi parte, no soy experto en asuntos políticos, ni interiores ni exteriores; pero, estos comentarios me han llamado mucho la atención frente a otra noticia que escuché a través del programa radial Wiñoy ta iñ xekan, o mejor dicho un comentario emitido allí en la edición del 26 de octubre recién pasado. Este programa radial es realizado por el colectivo “Comunicación Mapuche”, y sale al aire una vez por semana, a través de Radio El Arka, allá en el Puelmapu.



Dice el conductor del programa:

“El 20 de mayo del año 2010, quedará marcado en la memoria de miles de indígenas que viven en Argentina, cuando después de ocho días de marcha, los pueblos originarios de diferentes lugares llegaron a la capital argentina, para demandar la creación de un Estado plurinacional, y donde fueron recibidos en la Casa de Gobierno por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.


Imagen: www.infobae.com

“El periodista Darío Aranda relata que ahora se conoce el audio donde la primera mandataria les habría dicho que el Gobierno necesita el petróleo y que será prioridad frente a reclamos de las comunidades. Durante el evento, la presidenta les habría reprochado que deberían ser inteligentes, sensatos y no oponerse al progreso. En tanto, Paz Argentina Quiroga, (una lamgen), le respondió: “Somos inteligentes. Somos pueblo de lucha”.

Vamos a compartir las palabras del periodista Darío Aranda.

D.A.: Pareciera que para campesinos y pueblos indígenas sólo hay políticas contempladas de planes sociales. No se los toma como sujetos productivos, como sujetos de políticas productivas y de desarrollo, sino solamente como planes sociales. En mayo del año pasado, cuando fue la Marcha Bicentenario de los pueblos indígenas, tres días antes del bicentenario del 25 de mayo, la presidenta recibió en Casa de Gobierno a veinte dirigentes indígenas. Fue una marcha histórica. Nunca antes los pueblos indígenas habían llegado con masividad a Buenos Aires, y también fue histórico que los reciba un presidente a los pueblos indígenas. Yo había publicado en su momento que la presidenta les había explicitado en una sinceridad – para mí – muy bienvenida; pues, la verdad, no hubo un doble discurso. Fue muy sincera. Ella dijo en un momento que si había petróleo en una comunidad, esa comunidad iba a ser desalojada, pues el petróleo se iba a extraer. Eso, obviamente, dio de lleno contra las aspiraciones de los pueblos indígenas que esperaban otro tipo de decisión. Y la verdad es que yo por esa frase, al difundir, al escribir esa noticia, fui bastante cuestionado por algunos compañeros, sobre todo – que lo que más duele muchas veces – que militan o que participan activamente en el actual Gobierno.

La que plantea el tema de las petroleras en zonas indígenas es Milagro Salas, de la Tupac Amaru, de Jujuy. Nadie podrá decir que Milagro Salas es antigremialista, o es gorila o es destituyente. (Ella) le plantea este problema a la presidenta, y la presidenta le responde a Milagro Salas que el Gobierno necesita el petróleo, que si el petróleo no lo saca, va a haber que importarlo, que va a ser menos dinero para planes sociales o para hospitales o para educación, y en todo caso a ese contingente de compañeros, - así llama “contingente de compañeros” a los pueblos indígenas – se le iba a buscar un lugar similar. Pero no sólo eso, y creo que no es lo más grave de esa reunión, sino que la presidenta en nueve oportunidades llama a los pueblos indígenas a ser inteligentes y aceptar el cambio y el progreso, y también menciona las palabras de que sean realistas y sean sensatos. Ese término de que sean inteligentes fue lo que más molestó a muchos referentes indígenas de larga trayectoria, y la que les respondió rápidamente, que estaba fuera de lo planificado por los pueblos indígenas, fue una referente de San Juan, Paz Argentina Quiroga, y es muy contundente. En cara a cara le plantea. Le dice, le voy a responder en la cara y mirándole a los ojos: “Nosotros somos inteligentes. Somos pueblo de lucha. Somos pueblo de resistencia. Hemos resistido cinco siglos. El problema que tenemos es que tenemos los territorios avasallados por las transnacionales”. Le plantea eso. Le plantea que no tienen agua y le plantean que no es un problema de discriminación, porque la presidenta en su alocución plantea que hay muchos sectores discriminados como las minorías sexuales, como las cuestiones de género. Lo equipara a este tipo… Lo que le plantea Paz Argentina Quiroga es que no es un problema de discriminación, sino que una deuda histórica del Estado argentino en sus doscientos años cumplir con los pueblos indígenas y sobre todo hacer cumplir la ley.

Termina de la peor forma esa reunión. La respuesta de la presidenta es de la peor manera, creo yo. Le dice, que cuando le planteó si ha leído el pliego de pedidos que eran cuatro ejes concretos: territorio, reparación económica, reparación cultural, reparación histórica; la presidenta le dice en estos términos – no sé si ustedes se enteraron – “Yo acabo de llegar de Europa de una reunión, y hoy en día tengo muchas reuniones. Atenderemos sus pedidos después con la ministra ……………..”.

Pero en el peor de los casos lo que plantea es que – reafirmando el tema de la prioridad del petróleo, como un ejemplo de la industria extractiva que tendrá prioridad sobre los pueblos indígenas – le plantea que todos hemos sufrido en los últimos treinta años y que sobre todo lo compara (con el) padecer de los pueblos indígenas. Dice, (la presidenta) que también ella ha perdido compañeros, como a treinta mil desaparecidos, donde los pueblos indígenas ahí no han estado. Lo cual es erróneo porque los pueblos indígenas también tuvieron desaparecidos, y creo que la cuestión no es de contar quién ha sufrido más…

Y es muy fea una parte en que plantea que hoy se está mucho mejor que antes, sobre todo que el último Centenario, donde había estado de sitio, y que hace diez años, donde en Plaza de Mayo en 2001 hubo mucha represión y no fueron a reprimir a los pueblos indígenas, porque los pueblos indígenas no estaban ahí. Así lo plantea, en estos términos, no fueron reprimidos… Me parece que llevar la discusión a esos términos empobrece mucho el discurso y sí da a entender cuál es la mirada de un gobierno nacional sobre la realidad de los pueblos indígenas.

Entonces, al escuchar eso, no me es sorpresa lo que ha sucedido en Formosa y lo que ha sucedido después, lo que ha sucedido el 11 de octubre pasado, reprimiendo a los pueblos indígenas y priorizando industrias extractivas por sobre los derechos de pueblos indígenas y campesinos.


Imagen: Salida de Neuquén a Buenos Aires
Tomada de: http://www.avkinpivkemapu.com.ar

El comentario del periodista continúa; pero, me parece que con lo expuesto hasta ahora, podemos concluir que allá, al otro lado de la cordillera, al igual que acá, el sistema administrativo estatal actúa de igual manera. En Chile, todos los gobiernos concertacionistas han priorizado el “progreso” por sobre los derechos de los pueblos originarios. La Central Pangue es un ejemplo. También considero que los gobernantes, en general, – acá y allá – han mostrado con nosotros, hacia nuestros representantes una actitud de soberbia plena, propia de latifundistas. Recuerdo al muy querido presidente de muchos, Ricardo Lagos, dejando “plantada” a una multitud que se había reunido en el sector costero, aduciendo que él se entrevistaría con los mapuche cuando lo decidiera, o mejor dicho cuando quisiera. Ese día sentí el golpe bajo de la discriminación racista; sentí que nos decía “ustedes, indios de carajo, no se saldrán con la suya. Fue esa actitud la misma que observo del actual gobierno hacia el movimiento estudiantil.

Puede que en Argentina existan algunas condiciones que hacen más llevadera la existencia de los ciudadanos, que entregan más oportunidades de vivir dignamente o al menos que aproximan a una vida más digna, comparadas con las que se nos ofrece a este lado de la cordillera. Se sabe por ejemplo, que muchos chilenos/as viajan a estudiar allá porque acá es imposible hacerlo. Bien, reconozcámoslo y celebremos que así sea; pero, no por eso digamos que ojalá en Chile hubiera una Cristina. En lo que a mí respecta, preferiría un/a mandatario/a que no nos enfrentara con la soberbia colonialista que caracteriza a los gobernantes, a la clase política, sea gobierno o no. Preferiría un gobernante que nos reconociera en la oportunidad que ofrecemos desde nuestra historia.

Lo que ocurre es simple, no somos funcionales a un sistema depredador como el que impera, sino que somos sus enemigos; somos aquellos que, con nuestra sola existencia, ponemos en peligro el interés de la clase gobernante y el de sus aliados, desde siempre. Si vamos a conversar, hagámoslo desde la verdad histórica.

La dirección electrónica del programa Wiñoy ta iñ xekan es www.aukiñpivkemapu.com.ar

No hay comentarios:

Publicar un comentario